El poder del sonido en la experiencia La Makha

En el universo gastronómico de La Makha, cada detalle está orquestado para crear una experiencia multisensorial donde los sentidos se entrelazan armoniosamente. La música, lejos de ser un simple elemento decorativo, emerge como un ingrediente sónico que modifica fisiológica y psicológicamente la percepción de los sabores. Este artículo explora la profundidad científica y artística detrás de la banda sonora de La Makha, revelando cómo las vibraciones sonoras cuidadosamente seleccionadas se convierten en el complemento invisible que transforma una excelente cena en una experiencia imborrable.

1. La base científica: cómo el sonido influye en el sabor

La gastronomía sensorial ha demostrado que nuestros sentidos no trabajan aisladamente. Investigaciones del Crossmodal Research Laboratory de la Universidad de Oxford revelan que el sonido puede alterar hasta en un 20% nuestra percepción del sabor.

Frecuencias y sabores:

  • Tonos agudos (flauta, piano, campanas) realzan la percepción de sabores dulces y ácidos.
  • Tonos graves (contrabajo, cello, tambores) intensifican los sabores amargos y umami.


En La Makha, este principio se aplica meticulosamente: un ceviche de tumbo se acompaña con arpegios de guitarra que destacan su acidez, mientras que un corte de res madurado se sirve con notas profundas de contrabajo que amplifican su umami.

Tempo y masticación:

  • Ritmos lentos (60-80 BPM) inducen a una masticación más pausada, aumentando la liberación de enzimas salivales que mejoran la percepción de matices.
  • Ritmos rápidos (100-120 BPM) estimulan una experiencia más energética, ideal para platos vibrantes y especiados.

Volumen e intensidad:

  • Volumen moderado (55-65 dB) optimiza la percepción de sabores complejos.
  • Volumen alto (>70 dB) suprime la percepción de dulzura y realza lo crujiente.

2. La arquitectura sonora de La Makha: diseño acústico consciente

El espacio físico de La Makha fue diseñado considerando la acústica como elemento fundamental.

Materiales que modulan el sonido:

  • Paredes de piedra natural con perforaciones estratégicas que absorben frecuencias medias.
  • Techos altos con vigas de madera que crean reverberación natural.
  • Cortinas de lino grueso y alfombras de fibra natural que amortiguan los ruidos no deseados.

Zonificación acústica:

  • Área principal: Sonido envolvente homogéneo con sistema de audio surround invisible.
  • Terraza: Sonido direccional focalizado en cada mesa mediante altavoces camuflados en jardineras.
  • Barra: Música ligeramente más energética que crea un microclima social.

3. El menú sonoro: sincronización perfecta con la experiencia culinaria

La banda sonora de La Makha es tan cuidadosamente elaborada como su menú gastronómico.

Fase 1: Aperitivo y bienvenida (minutos 0-20)

  • Géneros: Jazz acústico, bossa nova acústica, folk instrumental.
  • Artistas representativos: Stan Getz, João Gilberto, Nick Drake.
  • Objetivo sensorial: Preparar el paladar con melodías que inducen relajación y apertura sensorial.
  • Tempo: 70-80 BPM.
  • Título de ejemplo: «The Girl from Ipanema» (versión instrumental suave).

Fase 2: Platos principales (minutos 20-70)

  • Géneros: Jazz modal, world music, electronica orgánica.
  • Artistas representativos: Miles Davis, Bonobo, Four Tet.
  • Objetivo sensorial: Despertar emociones que complementen la intensidad de los sabores.
  • Tempo: Variable según el plato.

    • Pescados: 90-100 BPM (vibrante pero elegante).
    • Carnes: 60-70 BPM (lento e intenso).

  • Título de ejemplo: «So What» de Miles Davis para carnes rojas.

Fase 3: Postres y despedida (minutos 70-90+)

  • Géneros: Neoclásico, ambient, jazz contemporáneo.
  • Artistas representativos: Ólafur Arnalds, Nils Frahm, Brad Mehldau.
  • Objetivo sensorial: Alargar la persistencia de sabores dulces inducir estado de contemplación.
  • Tempo: 50-60 BPM.
  • Título de ejemplo: «Spirals» de Nils Frahm para postres de chocolate.

4. Música en vivo: la capa de irrepetibilidad

Tres noches por semana, La Makha incorpora música en vivo con un protocolo específico:

Selección de músicos:

  • Dúos de guitarra y contrabajo para jueves íntimos.
  • Tríos de jazz acústico para viernes energéticos.
  • Pianistas solistas para sábados contemplativos.

Interacción con el menú:

  • Los músicos reciben el menú degustación con 48 horas de anticipación.
  • El chef y el director musical colaboran para asignar 2-3 piezas por plato.


Ejemplo: Un plato basado en ingredientes amazónicos se acompaña con ritmos de marimba y flautas andinas reinterpretadas.

Movimiento en la sala:

  • Los músicos rotan entre mesas en place de tocar en un escenario fijo.
  • Cada mesa recibe 10-12 minutos de interpretación personalizada.

5. Efectos psicológicos documentados

Estudios realizados in situ con comensales revelaron:

  • +30% de intensidad en la percepción de sabores complejos cuando la música está sincronizada.
  • +25% de retención memorística de la experiencia a largo plazo.
  • +40% de percepción de valor respecto a experiencias sin diseño sonoro.

6. Recomendaciones para implementar en otros espacios

Para restaurantes que busquen replicar este modelo:

Análisis acústico profesional: Medir reverberación natural y puntos ciegos.

Selección de equipos:

  • Altavoces direccionales para áreas específicas.
  • Sistemas de supresión de ruido de fondo.

Curated playlists por servicio:

  • Mañana: Sonidos naturales y folk suave.
  • Tarde: Jazz medio y world music.
  • Noche: Electronica orgánica y neoclásico.

Capacitación de staff: Enseñar cómo el volumen afecta la experiencia.

7. El futuro del maridaje sensorial

La Makha está experimentando con:

  • Auriculares individuales para inmersión sonora personalizada.
  • Vibraciones sísmicas en los asientos que sincronicen con bajos musicales.
  • Composiciones originales creadas específicamente para cada plato emblemático.

Donde el sonido se convierte en sabor

La Makha ha demostrado que la música es mucho más que entretenimiento: es una herramienta culinaria tan vital como un cuchillo afilado o un producto fresco. Al tratar el diseño sonoro con la misma seriedad que la selección de ingredientes, han creado una experiencia gastronómica donde todos los sentidos convergen hacia un momento de puro asombro sensorial.

Este enfoque no solo eleva la gastronomía, sino que redefine lo que es posible cuando cruzamos las fronteras entre el arte culinario y el musical. En un mundo donde la gastronomía busca constantemente nuevas formas de innovar, La Makha ofrece una respuesta profunda: la innovación no está solo en lo nuevo, sino en lo profundamente integrado.

¿Listo para experimentar cómo la música transforma cada bocado?
La Makha te invita a un journey donde los sentidos se entrelazan en perfecta armonía.

Reserva tu mesa en La Makha y descubre el poder del maridaje . Vive una experiencia gastronómica donde cada nota musical realza el sabor de Colombia.

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